Cortadas
Lo primero que se hace cuando alguien se corta es detener el sangramiento presionando la herida. Cuando haya dejado de echar sangre, el siguiente paso es determinar si se necesitan puntos. Si los dos lados de la herida se tocan casi todo el tiempo, sanará sola y lo único que hay que hacer es poner una crema antibiótica para que no se infecte. Sin embargo, si hay una distancia considerable entre un lado y otro de la herida, o si se cierra pero se abre fácilmente al mover la parte del cuerpo donde está, puede que se necesite dar puntos para cerrarla, tanto por razones cosméticas como para evitar la infección. Es importante actuar rápidamente porque si bien una herida puede tratarse al cabo de unas horas, si se deja pasar mucho tiempo, por ejemplo, al día siguiente, podría ser demasiado tarde para evitar la infección. Otra técnica para cerrar heridas superficiales es una forma de pegamento estéril muy parecido a la cola loca, el cual permite que las heridas superficiales se cierren sin dolor.
En la boca
Las cortadas dentro de la boca (heridas bucales) tienen una apariencia blanquecina y abultada, en vez de ser rojas como las heridas externas. Ya que sanan bien y rápido y no existe la preocupación de que quede una cicatriz, raramente se dan puntos, a menos que sea una herida muy grande. Además, ningún niño pequeño va a dejar que le anden dentro de la boca con una aguja e hilo; para darles puntos hay que ponerles anestesia. Por suerte, las cortadas en la boca casi nunca se infectan, gracias a que la saliva tiene propiedades profilácticas.
Cicatrices
Después de lidiar con la cortada, se preocupa entonces por la cicatriz. En general, queda un área rojiza y abultada durante varios meses, por lo cual no podrá determinar la apariencia definitiva de la piel sana en un buen tiempo. No hay mucho que hacer, excepto esperar. La vitamina E es popular, pero no da mucho más resultado que no hacer nada. Lo mejor es proteger la herida del sol lo más posible y ponerse protector solar, ya que la piel nueva sale despigmentada y se quema con mayor facilidad. Si le sirve de consuelo, las cicatrices de la niñez casi nunca se ven después.