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Retencion de las Heces Fecales

La retención de las heces fecales es una afección sicológica que presentan algunos niños, sobre todo varones. No es lo mismo que el estreñimiento, que es un problema fisiológico. La retención suele perpetuarse por la atención que le prestan los padres.

Si a usted o a su hijo nunca les ha dado, a lo mejor le parece una broma. ¿Qué niño se va a negar a ir al baño? Créame que no es nada gracioso. Es un problema que puede convertirse en una obra dramática porque los padres se obsesionan con las deposiciones del niño. Normalmente se asocia con el estreñimiento o con una gran presión para que el niño aprenda a ir al baño, lo cual empeora la retención.

¿Cómo empieza? Las deposiciones del recién nacido casi nunca requieren esfuerzo ni duelen. Después el popó se va haciendo más consistente y grande y les duele un poco más al hacerlo. La retención es más prevalente en la sociedad moderna, debido al exceso de harinas en la dieta infantil. El dolor de la deposición va seguido de alivio; la mayoría de los niños se acuerdan solo del alivio, pero algunos son particularmente sensibles a ese nuevo dolor y empieza a darles miedo hacer popó. Lo demoran hasta el punto que se convierte en una urgencia y eso aumenta el dolor. La próxima vez que tengan que ir al baño, se pondrán más nerviosos aún y aguantarán más el deseo. Así empieza el círculo vicioso.

En este punto intervienen los padres. No quieren ver a su hijo sufrir de dolor y tratan de ayudarlo como pueden: lo animan a pujar, le dan masaje en la barriga, le dan jugo o un laxante dulce. Todo eso a veces empeora la retención, debido a la atención que recibe el niño. La necesidad urgente de ir al baño da dolor, eso provoca más aún necesidad de ir y esto lleva a la retención, que a su vez, provoca más retención. Con el paso del tiempo el dolor y el miedo se harán monumentales y esas preocupaciones a veces persisten durante años si no se rompe el círculo vicioso.

Repito, los niños que padecen de estreñimiento y los que se presionan para que dejen de usar pañal son más propensos a la retención de las heces fecales. En resumen, cualquier factor que haga al niño más consciente de sus deposiciones puede contribuir al problema. Si lidia con el círculo vicioso adecuadamente a una temprana edad, a lo mejor se soluciona. Si no, se verán enfrentados a un largo y doloroso proceso.

Cómo prevenir la retención de las heces fecales

  • Cuando Jimmy sienta malestar por primera vez debido al tamaño de las heces, deje que se dé cuenta de que va a tener que soportar un poco de dolor, ahora o después, y que usted no puede hacer nada por él.
  • No lo presione para que aprenda a usar la sillita ni la taza del baño [Ver: Aprender a ir al baño].
  • Evite que se estriña, lo cual normalmente se logra evitando darle pan, pasta, galletas y cereales secos. Sé por experiencia que las féculas con un alto contenido de fibra no ayudan a los niños a ir al baño porque son muy duras de todas formaat [Ver: Estreñimiento].

Cómo tratar la retención de las heces fecales
Si ha tomado las medidas preventivas y el problema persiste de forma leve o moderada, será difícil revertir el ciclo. Para lograrlo deberá apartarse por completo del problema. Su intervención solo confirma el miedo de su hijo. Como usted no puede ir al baño por él, la retención es problema de él, no suyo.

QUÉ HACER

Primero, si Jimmy padece de estreñemiento, alívieselo. Dele la menor cantidad posible de féculas. El médico le recetará un laxante temporal para suavizar las heces; pero enseguida que mejore, quíteselo poco a poco para evitar crear dependencia.

El siguiente paso es ignorar el problema. Sé que es difícil, a lo mejor cree que el intestino del niño no va a soportar la distensión, pero tenga plena confianza en que cuando Jimmy tenga que hacer popó, hay una sola manera y él sabe perfectamente bien qué hacer para aliviar el dolor; solo tiene que vencer el miedo. Si usted no está encima de él haciéndole preguntas, pensará que se acabó al aspaviento y empezará a preguntarse por qué le había dado tanta importancia al asunto.

QUÉ NO HACER

No le ponga un horario a Jimmy para hacer sus necesidades. Si no tiene que ir al baño, no podrá y se afianzará el sentimiento de fracaso.

No lo soborne con nada ni lo premie cuando vaya al baño. Se podría convertir en una presión a la inversa, o sea, sentirá que fracasó si no le dan un premio.

No reciba con entusiasmo ni alivio la llegada del popó, ya que si la próxima no logra vencer el miedo y, por tanto, usted no salta de alegría, sentirá que falló otra vez.

No se enoje, pues eso solo empeorará el bloqueo mental del niño.

No hay ninguna solución rápida para la retención de las heces fecales. Tenga paciencia porque demora varias semanas para mejorar y puede ser muy estresante para usted y para su hijo. Es una de esas situaciones en que lo mejor que pueden hacer los padres es no hacer nada: deben dar la impresión de que no le dan importancia al problema, aunque no sea eso lo que sienten. No se preocupe, es un problema que tiene solución, pero la solución está en manos del niño.


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