Lesiones en la cabeza
En los casos de lesiones en la cabeza, el problema no reside tanto en el cráneo del niño, sino en el cerebro, o sea, hay golpes que aunque parezcan graves, el niño seguirá como si nada. Cuando el golpe es particularmente fuerte, lo importante es determinar si hay sangramiento interno en el cráneo. La eficacia de los rayos X es limitada, ya que muestran solo el cráneo. Una tomografía es mucho más precisa para ver una lesión cerebral, aunque un sangramiento lento podría no verse al principio. Si se comprueba que el niño está bien después del golpe, la mejor y única manera de evaluar cualquier posible daño cerebral es observar atentamente su comportamiento durante unos días. Los cambios relacionados con un trauma se notan generalmente a las pocas horas de la lesión, pero también pueden demorar días en aparecer.
En los niños de meses
A pesar de todas las advertencias, los niños de meses a menudo se caen del cambiador, del sofá o del cargador en un segundo que se les deja de atender. Es muy raro que esas caídas causen daño cerebral, pero sucede.
Si la caída es de más de tres pies de altura, sobre todo si es un piso duro
Si a Lucy le sale un chichón, lo cual en un niño de meses podría significar que el impacto ha sido bastante fuerte
Si se queda inconsciente
Si está somnolienta después de la caída y no puede mantenerse despierta cuando debería
Si está muy irritable después del llanto inicial
Si está muy pálida
Si parece incómoda al dormir
Si pierde el apetito después de la caída
Si vomita varias veces
Cualquiera de esos síntomas requiere atención inmediata.
Por el contrario de lo que la gente piensa, los cambios en el tamaño de la pupila son un síntoma tardío de complicaciones y por ende no son un indicador temprano fiable.
Si Lucy tiene la misma energía después de la caída
Si se queda dormida plácidamente después de llorar y la puede despertar por lo menos una vez
Si no le cambia de color la tez
Por mucho miedo que dé, una caída de una mesa o de una cama a una altura de menos de tres pies rara vez causa lesiones en la cabeza
Observe atentamente a Lucy durante varias horas después de la caída.
Chequéela por lo menos una vez durante la noche y observe si está durmiendo y respirando tranquilamente. Si es así, no necesita despertala a intervalos regulares.
No trate de mantenerla despierta si tiene sueño ni de despertarla si es hora de dormir, pues le romperá su horario de sueño y cualquier conclusión que saque acerca de su estado de ánimo estará basada en una información falsa.
En los niños pequeños
Si Jimmy se cae, no debería ser tan difícil determinar la gravedad de la lesión, ya que puede decirle dónde y cuánto le duele.
Si Jimmy pierde el conocimiento después de la caída
Si está aletargado y se le traba la lengua
Si vomita varias veces, sobre todo si empeora a medida que pasa el tiempo
Si tiene dolor de cabeza y se hace cada vez más fuerte
Si parece desorientado o camina con paso vacilante
Si tiene el sueño intranquilo
Cualquiera de esos síntomas requiere atención inmediata.
Los cambios en el tamaño de la pupila son un síntoma tardío de complicaciones y por ende no son un indicador fiable.
Si Jimmy llora enseguida
Si se duerme y tiene un sueño plácido
Si se comporta normal después de la caída
Si vomita una o dos veces después de la caída, pero luego no vomita más (El impacto del golpe puede provocar esa reacción, aunque no sea grave.)
Si le sale un chichón. Aunque un chichón es preocupante si el niño es de meses, un hematoma en el cuero cabelludo de un niño más grande no es necesariamente una señal de lesión cerebral.
Observe a Jimmy atentamente al día siguiente.
Si tiene un chichón, póngale hielo durante unos minutos si se deja. Si no, no lo moleste porque no hará una gran diferencia en la inflamación. Si no tiene ningún chichón, no hay por qué ponerle hielo.
Déjelo tomar una siesta o acuéstelo a dormir si es de noche y observe su sueño para cerciorarse de que sea plácido.
Si tiene alguno de los síntomas de gravedad antes mencionados, llévelo de inmediato al hospital.
Si quiere dormir, no se lo impida. Una caída y el llanto que le siguen son agotadores. Aparte de lo difícil que es evitar que se duerma un niño con sueño, lo más importante es observarlo mientras duerme para comprobar que duerma bien después de la caída.
No le dé calmantes para el dolor de cabeza más de una vez; podría enmascarar el malestar y darle una falsa tranquilidad.