Tartamudeo
Hay un gran número de niños que tartamudean a eso de los tres años, cuando empiezan a ampliar su vocabulario, sobre todo los que hablan mucho porque quisieran hablar más de lo que su capacidad les permite y se les enredan las palabras en la boca. Si Jimmy tartamudea, déjelo terminar de hablar sin corregirlo. No hay necesidad de intervenir. En la mayoría de los casos el tartamudeo desaparece al cabo de unos meses. Si no se quita, o si el niño pierde fluidez al hablar o adquiere algún tic, su médico lo referirá a un logopeda.
En algunos casos aislados, el niño se vuelve tartamudo de verdad, sus problemas tempranos del habla empeoran o se quitan y vuelven otra vez. El verdadero tartamudeo, que es más común en los varones, se puede disminuir considerablemente empleando diversas técnicas de relajamiento y terapia del lenguaje.