Sangre Por La Nariz
Ver a un niño sangrar de la nariz es alarmante y tal parece que el torrente nunca va a parar. En realidad por lo general se trata de un efecto secundario inofensivo de tratar de limpiarse o soplarse la nariz. Algunos niños son más propensos que otros a echar sangre por la nariz porque tienen los vasos sanguíneos más frágiles. El calor y el aire seco también contribuyen al sangramiento. Después que pase una vez, probablemente vuelva a pasar. La sangre se seca y se forma una costra que detiene el sangramiento; pero es una costra frágil, que pica y molesta y los niños tratan de sacársela, igual que tratan de arrancarse las postillas, y eso trae como consecuencia más sangramiento.
Para detenerlo, apriétele las fosas nasales al niño durante cinco minutos como mínimo e inclínele la cabeza hacia delante. Si le empieza a sangrar la nariz mientras duerme y no puede realizar ese procedimiento, no se preocupe que el sangramiento para solo. Póngale vaselina en la nariz para aliviarle la picazón y disminuir la frecuencia de los sangramientos. Debe llevar al niño al médico si le sucede a menudo y con abundante sangre, sobre todo si tiene suficiente coordinación para tratar de quitarse la costra de la nariz.